La joyería característica de la Pollera, se ha formado a través de los años, moldeándose y adaptándose, como todo ente folk. Este arte, no se aprende en las escuelas, se aprende de generación en generación. Y de hecho me consta que cuando algún orfebre extranjero trata de incursionar en este arte, da sus tropezones. La clientela es exigente y conocedora, la orfebrería de la pollera, tiene características, usos, detalles, estilos y decoraciones muy específicas. Y aquel que desee incursionar en este arte, debe aprender mucho.
Las prendas de la pollera básicamente se hacen en oro de 10 quilates y el valor no está en el oro, sino en el trabajo artesanal, que comprenden, algunos estilos o trabajos que ya no se hacen mucho, como los repujados, se prefiere actualmente las filigranas y arabescos. Lógicamente que con el avance de las técnicas y las herramientas, la orfebrería ha mejorado mucho su calidad y permite hacer cosas que antes eran muy difíciles.
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